Santy Torres

Apenas tres emisiones han bastado para que Telecinco decida poner fin a la andadura de ‘Cambiame Premium’. El programa, que se estrenó ante casi 2,5 millones de espectadores en la noche del 9 de septiembre de 2015, perdió hasta un millón de seguidores en apenas dos semanas, un resultado muy poco favorable para la cadena de Fuencarral.

El programa intentará probar suerte ahora en el access time -horario habitual de programas como ‘El Hormiguero’ de Antena 3- con un nuevo formato de duración bastante más corta rebautizado como ‘Cámbiame noche’. Ante esta estrategia, quizás sea conveniente intentar analizar los motivos que han condicionado el fracaso de ‘Cámbiame Premium’ en Telecinco.

1. Los cambios ‘low cost’ no conquistan al público.

   Presentado por Jorge Javier Vázquez, ‘Cámbiame Premium’ intentaba tomar lo mejor de otros programas estilo make over (renovación). ‘Sorpresa, sorpresa’, ‘Reforma sorpresa’ o incluso ‘Hay una cosa que te quiero decir’ son algunos de los formatos que pueden tener cierto parecido con la filosofía de este producto de Telecinco. La pregunta es, ¿por qué el resto de programas sí lograron hacerse un hueco en la audiencia?

   ‘Cámbiame Premium’ ha sido un quiero y no puedo, una continua sucesión de historias emotivas que, ni siquiera con los recursos lacrimógenos, consiguieron calar hondo. Todos los cambios se quedaban a medio camino o eran excesivamente sencillos.

   Una reforma de una casa que sólo cambia la estructura de la cocina y el salón pero no muestra los dormitorios, una batería nueva para un líder de un grupo de música, nociones de desfile a un aspirante a modelo, momento fan con el cantante Antonio José para animar a un equipo de jóvenes deportistas… Sorpresas, en muchos casos, excesivamente ‘low cost’ incapaces de mostrar el poder de la televisión.

2. Problemas con la organización del contenido.

   Presentación, nudo y desenlace. Es la estructura lógica que toda historia debe tener. Sin embargo, ‘Cámbiame Premium’ optaba por una continua estrategia de cebo, es decir, llamar la atención del espectador mostrando el minuto a minuto de cada historia pero sin concluir ninguna. Captar la atención presentando los diferentes rostros del programa es un recurso muy utilizado por la televisión, pero debe emplearse sabiamente para no cansar al televidente.

   El objetivo del programa, claro está, era conseguir que el espectador se mantuviera atento y despierto hasta el final de la noche. Pero el abuso de este recurso hacía que el formato fuera, en ocasiones, bastante tedioso. Iniciar y concluir cada historia en orden hubiera sido quizás más eficiente.

3. Un presentador famoso no es siempre sinónimo de éxito.

   Jorge Javier Vázquez fue la cara escogida por Mediaset y La Fábrica de la Tele -productora del programa- para conducir ‘Cámbiame Premium’. El que fuera presentador del extinto ‘Aquí hay tomate’ se ha convertido en todo un referente para la cadena. El éxito le acompaña allá por donde va, pero no ha sido así en esta ocasión. El fracaso de este programa ha puesto de manifiesto que un rostro conocido no lleva siempre al triunfo.

   El contenido debe ser siempre llamativo o la audiencia acabará por cansarse. Cierto es que J.J. Vázquez es uno de esos presentadores que, con su humor e ironía, ha sabido ganarse al público, pero ni siquiera eso es suficiente cuando el formato se cae por su propio peso.

4. El mundo ‘Sálvame’ no siempre ayuda.

   ‘Gran Hermano’, ‘Sálvame’ y ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ también han estado presentes en este programa. Sin duda, una forma de intentar conectar con ese público amante de este tipo de formatos, pero mezclar agua con aceite no siempre sale bien.

   Chari Lojo, Lucía Parreño, Makoke, Pablo Sebastián, Reche y Fortu pasaron por el programa para cambiar su imagen. Todos ellos carne de cañón de los diferentes realities y tertulias de Telecinco. El programa prometió en sus inicios promover el cambio de look de varios famosos, pero decantarse por este tipo de perfiles puede que no haya sido muy afortunado.

5. Colaboradores con muchas ganas pero poco útiles.

   La hija de la cantante Rocío Jurado, Rocío Carrasco, la colaboradora de ‘Cazamariposas’ Eli Martín y el decorador Daniel Terán conformaban el equipo de corresponsales del programa. Distribuidos en diferentes puntos de la geografía española eran ellos quienes mostraban de primera mano la mayoría de los grandes cambios de la noche.

   Llenos de energía e ilusión pero poco útiles. Su papel no era lo suficientemente importante como para justificar su presencia en el programa.  Aunque intentaban compensar su escaso protagonismo con dosis de humor -con el público y el presentador- seguían siendo perfectamente prescindibles.

Cinco problemas que, aunque tenían remedio, el programa no supo dar la respuesta que debía. Se inicia ahora una nueva etapa de cambios con ‘Cámbiame noche’, ¿conseguirá de esta forma conquistar al espectador?

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