Era una realidad más que habitual. Recibías un par de céntimos -o pesetas de las de antes- de tu madre e ibas corriendo al típico kiosko de chucherías con el objetivo de amenizar la tarde con un poco de dulce. Encontrabas todo tipo de golosinas, desde dentaduras postizas, pasando por palotes, Chupa Chups, ositos de goma y mucho más.
Sin embargo, hoy recordamos una de las chucherías más míticas que han desaparecido: los célebres cigarrillos de chocolate. Esas pequeñas piezas de cacao con forma de tubo envueltas en un papel que simulaba al tabaco original, con su filtro y todo. La pregunta es, ¿qué ha ocurrido? ¿perdieron ‘tirón’ estos dulces? ¿quebró la empresa que los fabricaba?
Adiós a los cigarros de chocolate desde el año 2005
La respuesta a esta pregunta se encuentra en el año 2005 cuando el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero aprobó la primera Ley antitabaco.
El artículo 3.2 de dicha normativa -que hace referencia a la ‘Venta y suministro de productos del tabaco’- cerraba las puertas al negocio de este tipo de golosinas de la siguiente forma: «Se prohíbe la venta de dulces, refrigerios, juguetes y otros objetos que tengan forma de productos del tabaco y puedan resultar atractivos para los menores».
Una Ley antitabaco para dar ‘ejemplo’
Así pues, éste es el verdadero motivo que explica la desaparición de los famosos cigarrillos de chocolate. La idea era simple: evitar que los menores de edad vieran como algo natural el tabaco.
Con el objetivo de reducir su consumo, parecía poco adecuado que los niños imitaran a los mayores fumando con estos cigarrillos de chocolate. Un gesto inofensivo que, con el tiempo, podría derivar en una mayor permisividad hacia la nicotina y el humo.
Hoy por hoy, todavía se puede encontrar una variante a esta golosina en un lugar muy peculiar: las bodas. Para estos eventos, algunas empresas -encargadas de preparativos y regalos para los invitados- diseñan puros de chocolate para mantener la tradición en la que el novio repartía puros a los asistentes. Como actualmente no se puede fumar en los espacios cerrados, este gesto resulta simpático como presente para los adultos invitados.
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Santy Torres 
Y los puros de chocolate no están prohibidos???
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Hola Laura,
Gracias por leer el artículo 😉 Efectivamente, los puros de chocolate no están prohibidos pero únicamente en ese contexto que comento en el artículo: eventos especiales como bodas o comuniones. Es decir, ya no se pueden vender como antes a cualquier niño en una tienda de chucherías, sino que es un producto exclusivo para adultos en este tipo de celebraciones.
Espero haberte aportado algo nuevo 🙂 Un saludo y gracias otra vez.
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Soy de Costa Rica, generación de escolar 2000 al 2007, en la infancia probé de estos de chocolate y nunca en la vida he probado un cigarro a mis veintiún años. La gente adulta de edad avanzada está chiflada 😛
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Bueno Uxiel, la verdad es que yo también añoro estos cigarrillos de chocolate y, aunque me encantaban de pequeño, nunca me condujeron a fumar tabaco real. Pero bueno… creo que la Ley no está mal. Así se evita dar mensajes engañosos o erróneos a los más pequeños.
¡Gracias por leer el blog!
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Una pregunta
¿Cuál fue la marca de aquel chocolate? ¿Aún sigue vigente o en circulación en alguna otra presentación?
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Hola Cornell,
A decir verdad, no recuerdo la marca. Si tecleas en Google ‘Popeye Candy Sticks’ por ejemplo, encuentras los cigarrillos blancos. La marca de chocolates Hershey fue otra de las que los comercializó.
Sin embargo, como has podido leer en el artículo, actualmente este producto está prohibido en España para evitar que los menores de edad accedan al hábito de tener un cigarro en la mano.
¡Muchas gracias por leer el blog! 😉
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Hola. Nunca vi que los vendieran en mi país, pero me fuese gustado probarlos. Perdona la ignorancia pero… ¿esos cigarros de chocolate como se consumían? ¿se «fumaban» e iban desapareciendo? ¿se chupaban como si fuesen un caramelo? Al ser de chocolates supongo que se chupaban como si fuesen un tubo de caramelo.
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Hola Amanda,
¿Desde dónde nos lees? Agradecerte el interés en el artículo y me alegra que te haya generado tanta curiosidad. En realidad eran como chocolatinas, pero con forma de tubo -como cigarrillos-. Por tanto, como dices, se podían chupar o directamente morder como si fuera un Mars, Twix etc. 😉
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Aqui en Venezuela los vendían. Recuerdo su sabor y uno disfrutaba simulando que echaban humo. Nunca fui fumadora de adulta, pero me parece que fue una estrategia algo turbia para sembrar en la mente de los niños el deseo de consumir tabaco.
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